Capítulo 36: Regalo de Navidad

-¿Jake? ¡Jake!- dije levantándome rápidamente de la cama, pero Alex me agarró del brazo impidiéndome ir en busca de Jake.

-Alex, suéltame

-No te va a querer hacer caso Beca

-Si no me sueltas, nunca lo sabré – le dije enfadada, podía notar como mis ojos de rabia

Alex acabo cediendo y me soltó, yo sin parar un instante  corrí por toda la casa hacia el holl, cuando llegue la puerta estaba abierta y pude ver a Jake yendo con paso firme hacia la moto.

-¡Jake!-grité, con la esperanza de que me oyera y parara de andar. Pero no obtuve respuesta, ni siquiera se giro.

Corrí como pude hacia él, cuando llegué a donde estaba ya se había subido a la moto y la estaba arrancando, como última opción me puse enfrente de él y su moto impidiendo así que arrancara y me dejara allí tirada.

-Jake…-dije dolida

-Quítate Beca, por favor-me dijo visiblemente enfadado

-No Jake, escúchame, no tienes por que hacer esto, entre Alex y yo ¡No pasa nada!

-No sé que pensar Beca…, estoy muy confundido, primero vino de la nada y te besó en mis narices, y ahora esto… pero no es tan solo eso no, ¿te acuerdas cuando fuiste esta mañana a por el vaso de agua?

-Si, estuvisteis hablando ¿no?

-Si, me dijo que lucharía por ti, por tu amor y que competiría conmigo limpiamente – noté como cada palabra que decía se atacaba en su garganta. – pero también me dijo que le acabarías eligiendo a él porque os conocéis mejor de lo que yo podré conocerte nunca y de verdad que no sabes lo que me duele eso porque creo que si tuvieras que elegir a alguno le elegirías a él sin dudarlo.

Y dicho esto arrancó la moto y se fue dejándome allí, quieta, todavía estupefacta y confundida.

Dos semanas más tarde…

Jake no me cogía el teléfono, no sabía dónde estaba, ni siquiera venía a casa a dormir, me tenía muy preocupada y Alex lo notaba. Llegaba a clase con los ojos rojos y con unas ojeras tremendas por estar toda la noche llorando.

Mi tío ya había vuelto el viaje, los primeros días no nos veíamos mucho, pero cuando cogió las vacaciones de navidad y por lo tanto nos veíamos más, empezó a preguntarme sobre mi aspecto, y yo le conté TODO desde principio a fin, se quedó flipando y dijo que iba a matar a Jake por tenerme tan preocupada y a Alex por dar celos a Jake.

Y ahí estaba yo, el día de Noche Buena con un vestido que le quitaba el sentido a cualquiera, con un peinado de lo más enrevesado y con una modelo triste y solitaria.

Me miré en el espejo… horrible. Me maquillé con kilos y kilos de maquillaje intentando ocultar las ojeras, al final quedo ¿bien?

Bajé sin ganas las escaleras, entré en el precioso salón con un decorado muy navideño. Ahí estaba él, trajeado, tan guapo como siempre, esperando pasar conmigo las mejores Navidades de su vida.

-Hola princesa – dijo con una sonrisa capaz de iluminar el salón entero

-Hola Alex – susurré alicaída

-Oh… vamos alegra esa cara, por favor… ¡Por mi!

-Vale… - e hice una sonrisa demasiada falsa

-Venga chicos ya está la cena – canturreó mi tío

Entramos en el comedor y nos sentamos. Comenzamos a cenar y pude observar a mi familia… si la podía llamar asi. Son las únicas personas en el mundo que me quedaban: Alex, mi tío y Lara. Pero sabía que me faltaban personas, mis padres y él, le echaba tanto de menos… Una lágrima traicionera rodó por mi mejilla derecha.

-Oye Beca… - dijo Alex titubeante

-Dime

-¿Te importa si te doy mi regalo de Navidad hoy, en vez de mañana?

-Claro – dije sin cambiar a penas mi timbre de voz

-Se que me voy a arrepentir, esto me pasa por ser tan buena persona y por quererte tanto – susurró – venga vamos – dijo tendiéndome su mano.

Me llevó hasta la puerta de la casa mientras llamaba a alguien con el móvil. Al llegar me hizo un gesto indicándome que abriera la puerta y yo, bastante confusa la abrí. No me lo podía creer, en serio estaba ahí, miré sonriente a Alex.

-Feliz Navidad princesa – me susurró en el oído y entró en la casa

-Feliz Navidad… - dijo tímidamente

-Jake… - logré decir tras unos momentos de silencio.- ¿Me has perdonado?

-Alex me lo explicó todo… y no hay nada que perdonar. Además quería pasar las Navidades en tu casa, no todos los días se tiene la oportunidad de fastidiarle una fiesta a tu tío – dijo sonriente

-Vamos pasa – dije haciendo un gesto con la mano, invitándole a entrar

-Vale, pero antes…

Me cogió de la cintura y me acercó a él. Juntó nuestras frentes lentamente. Y poco a poco juntamos nuestros labios, hasta que se fundieron en un beso lleno de añoranza y alegría

-No sabes cuántas ganas tenía de hacer esto

Entramos en el comedor agarrados de la mano y vi cómo a mi tío se le cambiaba la cara

-Bueno… adiós a mis preciosas Navidades – dijo mi tío

-Santi… - le regañó Lara – es Noche Buena, déjale quedarse

-Está bien… - dijo mi tío con tono cansado

Fuimos a sentarnos pero antes…

-Gracias – le susurré a Alex en el oído y le di un beso en la mejilla, el solo me guiñó un ojo.

Continuamos cenando, mi tío Santi y Jake empezaron a hablar de cosas sin importancia. Parecía que sobre fútbol no tenían nada que discutir, porque estuvieron hablando sobre eso y ni siquiera oí una voz más alta que la otra. Estaba flipando ¿mi tío llevándose bien con Jake? Esto era muy raro.

Terminamos de comer y mi tío y Lara se fueron a una comida de empresa de mi tío o algo así, así que nos quedamos los tres solos, esto no me daba muy buena espina.

Pasamos al salón, nos sentamos en el sofá (yo en medio de los dos) y se hizo un silencio realmente incómodo

-Bueno… y… ¿qué tal si vemos la tele? – pregunté cogiendo el mando, sin esperar contestación

-Yo voy al baño, ahora vuelvo mi amor – dijo Jake dándome un dulce beso en los labios.

Nos quedamos los dos solos, notaba como Alex me miraba de vez en cuando, me estaba poniendo muy nerviosa.

-Oye Alex…

-Dime princesa

-Gracias por lo que has hecho hoy, eres un sol

-No hay de qué, lo he hecho por ti, hay que reconocer que Jake se lo ha currado – dijo mirando la tele

-¿A qué te refieres? – pregunté confusa

-A que te ha enamorado hasta los huesos, y ¿sabes qué? Eso es lo que voy a intentar yo, haré lo posible para que le olvides y que te enamores de mi, pero no quiero que por eso estés llorando por las esquinas, como ha pasado estas últimas semanas. – contestó sin ni siquiera mirarme, concentrándose en la televisión.

-Ya estoy aquí chicos – dijo Jake sentándose en el sofá y volviendo a besarme.

La noche empezó a animarse cuando mis amigas llegaron. Pusimos el singstar y comenzamos a cantar. Eran las once de la noche cuando la puerta sonó.

-¿No te importará que haya invitado a alguien verdad? – me preguntó Jake

-Claro que no cielo

Jake fue a abrir y comenzó a hablar con los invitados. Entraron al salón y una sonrisa apareció en mi cara cuando vi por la puerta a Iván.

-¿Qué tal preciosidad?

-Muy bien Iván, hace mucho que no te veía – contesté mientras le daba un abrazo

-Ya ves, te echaba de menos – dijo sonriendo

-Y a mi ¿no me saludas?

-No

-Oh vamos, siento lo que te dije

-Te pasaste, Marcos

-¿Qué te dijo? – preguntó Jake mientras me rodeaba la cintura por detrás y apoyaba su barbilla en mi cabeza

-Nada… - contesté tímidamente

-Venga, Beca, es Navidad, una fiesta feliz, llena de paz, en la que se perdona a la gente – dijo sonriente

-Esta bien, pero solo porque es navidad

Iba a seguir hablando con ellos pero Bea me arrastró hasta la cocina.

-¿Quién es ese?

-¿Ese, quién?

-El buenorro

-Creo que tendrás que concretar un poquito más

-Ay! El que se estaba disculpando

-¡Ah! – Exclamé como si hubiera descubierto el invento del siglo – Es Marcos, ¿quieres que te lo presente?

-No

-¿Por qué no?

-Porque… porque…

-¡Suéltalo!

-¡Porque me da vergüenza!

-¿Vergüenza? ¿Tú? ¿La que es capaz de ligarse a cualquier tío del planeta?

-Ya lo sé soy irresistible – dijo con tono burlón, pero en seguida se puso seria de nuevo – pero es que me da miedo, ¿y si no le gusto?

-Pero si ni siquiera has hablado con él todavía

-Ya lo sé pero…

-Ven aquí – le interrumpí

La llevé arrastras hasta dónde se encontraban los chicos, pero Bea no quería entrar y se quedó tras la puerta, mientras yo forcejeaba con ella para hacerle entrar

-¡Hey Marcos! – Grité - ¿Puedes venir aquí, por favor?

- Te voy a matar – susurró Bea

-Mira, esta es Bea – comencé a hablar cuando Marcos llegó – Bea este es Marcos, Marcos esta es Bea

-Vaya… que preciosidad – dijo mientras besaba la delicada mano de Bea y esta se ponía roja

-Bueno… creo que aquí sobro – dije y me marché, dejándolos solos

Durante el resto de la noche estuvieron juntos, me alegraba mucho por Bea, al fin y al cabo, era una de mis mejores amigas.

Terminamos de jugar cuando Bea puso música para que bailáramos por parejas. Bea se puso con Marcos y yo con Jake. Sara iba a sacar a bailar a Alex, pero Ana se adelantó, por lo que Sara se puso con Iván

-Hey Alex ¿quieres que bailemos juntos?

-Claro – contestó sonriente

-Un poco fresca Ana ¿no? – le pregunté a Jake

-Joder Beca, ni que se lo hubiera tirado ahí mismo, solo le a pedido salir a bailar, espera un momento… no estarás celosa, ¿verdad? – dijo bastante enfadado

-No, claro que no tonto, yo solo te quiero a ti – conteste besando sus tiernos labios.

-Eso quería oír – me dijo sonriente

-Me lo he pasado muy bien esta noche… y todo gracias a ti

-Si es que, teniendo un novio tan prefecto, como para no pasártelo bien – dijo riendo mientras le daba un pequeño y cariñoso puñetazo en el hombro

-Te quiero

-Yo también te quiero… Feliz Navidad, pequeña – me susurró al oído, el amor de mi vida.

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Cuaderno de Beca

Amar es el más preciado regalo que se puede dar; ser amado el más preciado regalo que se puede recibir

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ola!!! bueno esperamos que os haya gustado este especial Navidad. Yo quiero más a Jake pero hay que reconocer que en este capitulo Alex se ha portado genial con Beca =)

Bueno y nos despedimos diciendo que habrá un especial Noche vieja - Año nuevo, o eso creemos

FELIZ NAVIDAD!!!!!No olvidéis que os queremos un montón ;). Con muchísimo cariño: la chicas de tres de tres ^^