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lunes, 28 de marzo de 2011

Premio =P

no nos mateis porfavoooooooooor xD a ver probablemente publicaremos un capitulo el dia 8 o por ahi, peeeero  
antes, este fin de semana o por ahi, subiremos el trailer =O xD
bueno esta entrada era para poner un premio de.... $$Any$$ bieeeeeeeen =D
muchisimas gracias =)


jueves, 24 de marzo de 2011

Premio

Chicaaaaaas, olaaa bueno esto no es un capitulo, lo sentimos... pero no os preocupéis porque dentro de poco (la verdad es que ni yo sé cuando vamos a empezar xD ) empezaremos con la 3ª temporada :O bueno... hoy escribimos porque nos han dado un premio!!! ^^
Muchisimas gracias Kelly ;D



Creo que se lo tenemos que dar a alguien, pero es que es muy dificil elegir =S lo sentimos


Muchos besooos!!!!

domingo, 13 de marzo de 2011

Capitulo 59: Buenas y malas noticias


Pase toda la noche pensando en lo que podía haber pasado, pero no pasó, y la verdad creo que hice bien. Jake me había hecho daño, puede que inconscientemente, pero no había actuado bien y ahora no iba a echar a  perder el muro que tanto me había costado construir, ese muro de seguridad a prueba de Jakes.

Me levanté y me dirigí al baño y como pude, intente esconder las ojeras que cubrían mi rostro, creo que hice un buen trabajo casi no se notaban.
Baje las escaleras y me senté en la silla de la cocina, con la caja de los cereales en la mano empecé ha echarlos en el bol, pero entonces Lara me empezó a hablar.

-Cariño ¿Sabes que hora es?

-Si, las siete y media

-No…-dijo señalando el reloj de la cocina- son las ocho menos diez

-No...

-Si cariño, llegas tarde –me respondió Lara

-¡Mierda! – dije mientras me levantaba corriendo de la silla

-Tranquila, he avisado a José para que te lleve, te está esperando en el garaje.

-Gracias Lara, tengo un examen a primera hora, espero llegar a tiempo

-Pues ale corre, corre.

-¡Gracias!- grite mientras cogia la mochila y me alejaba por el pasillo corriendo.

El trafico se nos dio bastante bien, cuando llegamos  el instituto estaba desierto, solo había un par de personas esperando a que abrieran las puertas.

-Me bajo ya José- le dije mientras abría la puerta del coche

-Vale, ¿te vengo a recoger?

-No, no hace falta, gracias- le dije mientras cerraba la puerta

Me dirigí hacia la puerta mientras miraba como José bajaba por la acalle, mientras que estaba esperando en la puerta me empezaron a dar unos  tremendos retortijones en la tripa, no tenia que haber desayunado tan rápido, en cuanto el conserje abrió la puerta me fui corriendo al baño, me mire al espejo tenia la cara palidísima, entonces me empezaron a dar arcadas, fui corriendo al vater y cerré la puerta, creo que eché fuera todo lo que había desayunado , tire de la cadena y me apoyé en la pared intentando recomponerme, iba a abrir la puerta cuando oí que alguien entraba en el baño.

-Ya te he dicho que no, que no pasó nada entre Alex y yo.

Era la voz de ¿Ana?, ¿acababa de decir lo que yo creía?, pero no, no es posible si ella misma me dijo todo lo contrario…y con quien estaba hablando por que no se oía a nadie más.

-Si, fui a su casa pero el muy capullo no hizo nada, estaba todo el rato diciéndome que me fuera de su casa ¿tu te crees?, pero al menos la tonta de su novia, bueno, si sigue siendo su novia… se lo creyó

Cada vez me estaba cabreando más, ¡esa puta mentirosa!, pero como pude me tranquilice para no salir de mi escondite y darle dos ostias bien dadas.

-¡Cállate!, yo haré lo que quiera, y no me vengas con que pare, que antes no era así, sabes que Aron, he cambiado, ya se cuidarme yo solita.

Oí como colgaba y salía del baño maldiciendo por lo bajo.

Salí de mi escondite y me dirigí hacia el espejo arrastrando la mochila, ya que entre lo que acababa de oír y el tener el estomago vació me habían dejado sin fuerzas.
Me mire  la cara, era como una mancha blanca con ojos, nariz y boca, carente de expresión.
Después de todo lo que le había hecho pasar a Alex, todo lo que le había dicho, por lo que le había culpado, ahora todo eso era mentira. ¿Cómo podía mirarle ahora a la cara? había sido muy injusta con él.

Salí del baño cabizbaja y cansada, y lo peor de todo es que ahora tenia un examen final de matemáticas, me senté en mi sitio y abrí el libro, la intención era la de repasar pero no hacia nada más que pensar en lo que había pasado.

Oí un ruido detrás de mi y le vi, vi a Alex colgando su abrigo en la percha y cuando termino me miro con una cara de tristeza que nunca había visto en su rostro, mantuve su mirada hasta que me quemaron los ojos de su dolor y tuve que apartarla, oí como se alejaba de la clase y como los murmullos de los compañeros se hacían más y más fuertes.

Como era de esperar el examen me salio de pena, intente hablar con Alex en el recreo, me hice una conversación mentalmente, pero a la hora de ir a hablar con él me faltaban las palabras.
Así que se paso todo el día y yo no le había podido ni decir una mísera palabra, ni un triste hola.
Volví a casa andando, sin saber muy bien hacia donde me dirigía, estaba demasiado absorta en mis pensamientos como para mirar por donde pisaba, pero antes de que me diera cuenta ya había llegado a un barrio hace poco desconocido para mi, el barrio de Jake, podía ver su casa al fondo, dude en acercarme, pero algo me impulso a hacerlo, así que empecé a andar, cuando estaba lo suficientemente cerca empecé a oír unos gritos , unos gritos de una mujer , sin pensármelo dos veces solté la mochila y empecé a correr hacia la puerta que estaba abierta, irrumpí en la casa y seguí los gritos que me llevaron hasta la cocina, en cuanto entre en la cocina vi una imagen que me rompió el alma , la madre de Jake estaba en el suelo , malherida, cubriéndose de los azotes y los puñetazos que le daba incesantemente de su marido.

-¡Para!- grite aunque me temblaba la voz

-Valla… pero quien tenemos aquí….- dijo Miguel apartándose de su mujer y acercándose peligrosamente hacia mi, yo retrocedí y me encontré con la pared , que me cortaba el paso – Beca has venido en un mal momento –me dijo mientras acariciaba mi pelo con su asquerosa mano y mientras me echaba su asqueroso aliento a alcohol

-Estas borracho…-dije apartando la mirada- que sorpresa

-Niña…! No me hables así ¡- grito mientras pegaba un puñetazo a la pared justo al lado me mi cara.

-¿Y Jake? ¿Dónde esta?- pregunte, entonces oí como Miranda sollozaba más fuerte

-O, creí que habías venido por mi, que decepción- me dijo mientras me agarraba del pelo y se acercaba a mi oreja- aquí no esta… me he desecho de él

-¿Qué? ¡Que le has hecho CABRON! –le grite intentando deshacerme de sus brazos

-¡Miguel!, deja a Beca, deja que se valla por favor…- dijo en un susurro

-¿¡Quien te ha mandado hablar!?- le grito mientras se dirigía a ella para darle el golpe de gracia.

Cuando empezó  a subir el puño, empecé a observar la cocina rápidamente, intentando buscar algo con lo que poder darle, entonces encontré una botella de licor, corrí rápidamente hacia ella y antes de que Miguel pudiera matar a su mujer le estampe la botella de cristal en la cabeza, en ese mismo instante calló inconsciente en el suelo al lado de su mujer, mientras esta no hacia más que llorar y gritar.

No sabía cuanto tiempo estaría inconsciente así que cogi del brazo a Miranda para que se levantara y corrí con ella hasta alejarnos lo suficiente de la casa.
Nos sentamos en un banco de un parque lleno de pintadas y la consolé como pude.

-Le tienes que denunciar

-No puedo- me dijo llorando

-Si, si puedes, es más tienes que hacerlo

-No es tan fácil, Beca

-¿Por qué no?

-Por…por Jake –tras esas palabras me quede en sock- Jake me dijo que le denunciare y el otro día iba a ir a la policía ha hacerlo, pero él se entero, y el que lo acabo lamentando fue Jake.

No quería preguntar nada, por temor a la respuesta pero necesitaba saberlo.

-¿Por que? ¿Qué le ha pasado a Jake?

Miranda se quedo en silencio intentando buscar unas fuerzas que no tenía para poder responderme

-Fue Miguel, él ha  hecho algo terrible, él ha hecho que metan a Jake en un reformatorio y puede que al año que viene cuando cumpla los dieciocho… a la cárcel.
……………………………………………………………………….

El Cuaderno de Beca

 No des tu corazón a quien lo rompe, cogelo y huye.



viernes, 11 de marzo de 2011

¡ Aviso !

Bueno ,bueno.... ya llegamos al último capitulo de la segunda temporada :)
 Muchisimas gracias a todossssssss xD Pero, no , no lo vamos a subir hoy, ni mañana xD lo subiremos el domingo :P y creo que no os decepcionara pero eso si , avisamos, vamos a se malas xD jajajajaja

miércoles, 9 de marzo de 2011

Premio de The Hunger Games saga

Siendo tres personas ...va a ser complicado pero pondremos las opiniones de las tres xD

Estas son las preguntas:
1- De qué Team Eres?
Raquel: Team Gale ^^ pero en sinsajo decepciono un poco...
Neila: Team Peeta xD es tan mono ¡!¡!
Elena: Team Gale =) pero en el 3º libro también me desencantó un poquillo
2- Tu personaje preferido? 
Raquel:Prim <3 porque ¿? porque es super rica y siempre esta ayudando a la gente
Neila:Peeta ,razón :sobran las palabras :P
Elena: Cinna (L) que encanto de hombre xD

3- Tu imagen preferida:

Pone que es solo una imagen pero... no me puedo contener xD asi que pondré más


Bueno este premio se lo hemos robado a Koype Mocking :P este es su blog :http://isicnoticias.blogspot.com/ os lo recomiendo xD

Haced este premio todas cuantas queráis!!



lunes, 7 de marzo de 2011

Premiooooo

otro premiooooooo =D
este es de...... (redoble de tambores xD )  Mery!!!!!!!



muchiiiiiiiiisimas gracias ;D


sábado, 5 de marzo de 2011

Capítulo 58: Un error descomunal

Llegué a mi casa en seguida, abrí la puerta y cerré de un portazo, suerte que como de costumbre no había nadie, porque si no tendría que haber empezado a dar explicaciones y no tengo ganas de un sermón por parte de mi tío.
Me tumbé en mi cama y cerré fuertemente los ojos, deseando que con ese gesto me olvidara todo, y mi vida volviera a ser como la de antes, cuando estaban mis padres… feliz, sin preocupaciones…

Un ruido, me despertó abrí los ojos rápidamente y me encontré con el precioso rostro de Lara a pocos centímetros de los mío. Solté un pequeño grito de sorpresa.

-Joe, Lara… me has asustado.
-Lo siento, cielo, no era mi intención… ¿qué te pasa?
-Na- Nada
-Cariño, con tu tío puede que cuele… pero conmigo no… cuéntame qué te pasa, preciosa – dijo acariciándome delicadamente el pelo.

Me incorporé en la cama y comencé a debatir conmigo mismo si contárselo o no. Lara es como una madre para mi… seguro que me apoyaría y me consolaría.
Le miré a los ojos y comencé a contarle absolutamente todo. Cuando llegué a que Alex me había puesto unos cuernos enormemente grandes, me eché a llorar y Lara me estrechó entre sus brazos.

-No te preocupes cariño, todo va a salir bien…

El resto de la tarde y de la noche las pasé tranquila sin ningún acontecimiento, exceptuando las miles de llamadas de Alex a mi móvil.
Antes de irme a dormir lo apagué.


El despertador… ese ruido molesto que no se cansa de sonar y de sonar y que te encantaría cogerlo y tirarlo contra la pared y romperlo así en mil pedazos, pero no puedes hacerlo… un momento… calo que puedo hacerlo.
Cogí el despertador, y lo estampé contra la pared.

-Ui… te has despertado con mala leche – dijo mi tío desde la puerta de mi habitación.
-Déjame en paz tío Santi – dijo todavía adormilada.
-Eeee, que yo no te he hecho nada, no lo pagues conmigo… venga levántate.
-No
-Como no te levantes en 1 minuto, te echo agua por la cabeza
-Si, si – dije riéndome de él
-Muy bien

En ese momento se fue y volvió la paz, pero al rato vino… no dijo nada pero al rato sentí un líquido helado en mi cara. Pegué un chillido que se oyó hasta en Japón.

-No has sido capaz – dije incorporándome, sin poder creérmelo
-Yo creo que si – contestó sonriente.

Me levanté refunfuñando, mientras mi tío salía por la puerta de mi habitación. Menuda mierda de día, no quería hablar con nadie, ni con mis amigas, ni con la guarra de Ana, y muchos menos con el traidor de Alex.
Me vestí y bajé a desayunar, allí me encontré con mi tío y Lara hablando alegremente.

-Y tú qué – dije mirando a mi tío – te cambian lo horarios todos lo días o qué, porque unos días estas aquí, otros no… que cachondeo.
-¿Y yo qué quieres que le haga? Con que mala leche se a despertado hoy la princesa – dijo con tono de burla.

Princesa… Alex… ¿por qué mi vida tiene que ser tan penosa?
Desayuné y me fui al instituto, en cuanto llegué sonó la campana que anunciaba el comienzo de las clases.
Entré en clase cabizbaja, sabía de sobra que sería el centro de atención durante bastante tiempo, por culpa de mi pelea.
Me senté en mi silla sin levantar la cabeza, pero cuando entró el profesor, la tuve que elevar encontrándome con la mirada de cuatro personas. La primera mirada era la de Bea, que me sonreía, le había encantado que hubiera reaccionado asi, siempre me decía que tengo que tener más carácter porque la gente me vacilaba como quería.
La segunda mirada pertenecía a Sara que como de costumbre me miraba preocupada.
La tercera era la de Ana, me miraba con cara de asco, de rencor y sobre todo de odio, menuda zorra amargada.
Y la tercera… Alex, su mirada expresaba… la verdad es que no sé qué expresaba, era una mezcla de dolor, de enfado sumado a amor…
Estaba metida en mis pensamientos cuando alguien entró por la puerta, una mujer bajita, regordeta, pero majísima, y se preocupaba por ti más que algunos profesores… la conserje.

-Beca, te llama el director.

Toda la clase empezó con el típico “uuuuu” y a murmurar. Salí de la clase con la cabeza bien alta, ya sabía lo que me esperaba. Recorrí lo estrechos y silenciosos pasillos de mi asqueroso instituto, encontrándome por el camino a varias personas apoyadas en la pared, expulsadas de clase.
Cuando llegué el pequeño despacho del director llamé tímidamente.

-Adelante – se oyó desde dentro.

Pasé y me encontré con el director… la que había liado.

-¿Sabe por qué está usted aquí?
-Creo que si – dije mirando a mis pies intentando no encontrarme con la mirada de reproche de mi director.
-Bien… ¿qué castigo cree que debo ponerle?
-¿Ni-ninguno? – pregunté entrecerrando los ojos, si colaba, colaba.
-¿Todavía le quedan ganas de bromear? – iba a contestar pero no me dejó – una semana  castigada en la biblioteca después de clase, empezará usted el lunes – sentenció

Iba a replicar que eso me parecía mucho tiempo ¿pero para qué? No iba a cambiar de opinión.
Asentí y caminé de vuelta a mi clase, en cuanto entré todas las miradas se dirigieron a mi, mientras pasaba por el pasillo, que formaban las mesas, para dirigirme hacia mi sitio, la mayoría de mis compañeros me preguntaban qué me habían dicho, pero yo seguía en lo mío y no contestaba nada.

-A ver señores, lo que le haya pasado a la señorita no es su problema ¿entendido? Bien sigamos con la clase.

Y así siguieron las clases aburridas, como siempre, cuando llegó el recreo no bajé al patio, ¿para qué? ¿Para que la gente me avasallara a preguntas? No gracias.
En cuanto tocó el timbre, salí del instituto medio corriendo, mientras oía cómo Alex gritaba mi nombre.
Cuando vi que Alex no me seguía comencé a caminar más despacio, estaba metida en mi mundo cuando me choqué contra algo.

-Ay, perdona bonita no te he visto, mira que estoy torpe… un momento… ¿Beca? ¿Eres tú?
-Oh dios mío… usted es la madre de Jake ¿verdad? Se llamaba…
-Miranda, me llamo Miranda – dijo sonriente.

Se la veía mucho mejor que la última vez que la vi, la sonrisa que tenía de oreja a oreja la hacía muchísimo más joven de lo que debía ser.
Me di cuenta de que estaba cargada con muchas bolsas del supermercado y me apresuré a ayudarla.

-Déjeme que la ayude.
-No no hace falta cariño, y no me llames de usted, que me hace más vieja.
-Esto pesa mucho, yo te ayudo en serio que no me importa.
-Está bien si insistes, vivo cerca de aquí ¿me ayudarías a llevarlas hasta casa por favor?
-Claro – contesté con una sonrisa.

Comenzamos a andar, Miranda comenzó a preguntarme sobre mi vida y sobre qué tal me iba. Me preguntó sobre la relación con su hijo, a lo que yo empecé a tartamudear, sin saber bien cómo explicárselo, ella pareció entenderlo y cambió de conversación inmediatamente.
Llegamos enseguida a su casa, para no tener mucho dinero la casa estaba bastante bien, no era una mansión como la de mi tío, pero tampoco era una pequeña casa.

-Jake me dijo que no teníais mucho dinero.
-Y así es… ah ¿lo dices por la casa? Es una herencia de la madre de mi marido.


Entramos en la casa, estaba decorada con muebles antiguos, no era mi estilo la verdad, yo siempre había preferido los muebles modernos.
La acompañé a dejar la compra en la encimera.

-Bueno… yo creo que me voy – dije un poco incómoda por la falta de conversación.
-¿Por qué no te quedas y charlamos un poco? – me preguntó con una sonrisa que me inspiró mucha confianza.
-Claro

Nos sentamos en el sofá y comenzamos a hablar. Me estaba contando historias de Jake cuando era pequeño, cuando se oyó la puerta de la calle cerrarse.

-¿Pero qué tenemos por aquí? Si es la preciosa de Beca – dijo Miguel entrando por la puerta.
-Bueno… yo ya me iba – dije levantándome rápidamente.
-No… tú no te vas
-Cariño, ha dicho que se va, déjala – dijo Miranda intentando arreglar la situación.
-No… todavía me quedé con ganas de ti.

Se acercó poco a poco a mi, mientras yo retrocedía, con tal mala suerte que me choqué contra la pared. Miranda se quedó como congelada en el sofá sin saber qué hacer.

-¿Beca? – preguntó la voz que más extrañaba en el mundo - ¿qué haces tú aquí?

Jake apartó de un empujón a su padre y me agarró delicadamente del brazo.

-Vamos – susurró.

Subimos las escaleras, y entramos en su habitación. No era ni muy grande ni muy pequeña, normalita. A la izquierda se encontraba una cama de matrimonio, con dos mesillas a cada lado. En la pared opuesta a la puerta se encontraba un escritorio, con un viejo ordenador, y a la izquierda una estantería con miles de CD’s.
Me acerqué lentamente  a la gran estantería, mientras Jake se tumbaba en la cama y comenzaba a hablar.

-Beca ¿me estás haciendo caso? – preguntó al rato de ver que no estaba participando en la conversación.
-No la verdad es que no – dije sonriente.
-No cotillees – dijo levantándose y quitándome el disco que tenía entre las manos
-¿Qué es este disco?
-Nada – dijo volviéndolo a poner en la estantería.
-Dimelo por faaaaa – supliqué poniendo cara de cachorrito
-No es nada en serio Beca
-Jake… - susurré – dímelo
-Era un regalo
-¿De quién?
-Era… era… para ti
-¿Para mi?
-Si…
-Ponlo – exigí
-Ni de coña
-¿Por?
-Porque no te va a gustar.
-Bueno, si antes pensabas que me gustaría ¿por qué no ahora?

No hubo contestación por su parte, se limitó a coger el CD y ponerlo en la pequeña minicadena.
Comenzó a sonar una melodía, Jake me cogió por la cintura y comenzó a moverse lentamente, yo pasé mis brazos alrededor de su cuello. Me pegó un poco más a su cuerpo, apoyé mi cabeza en su pecho, escuchando sus compasados latidos.

It's a quarter after one
I'm all alone
And I need you now
And I said I wouldn't call
But I'm a little drunk
And I need you now

And I don't know how
I can do without
I just need you now
I just need you now


-Oh baby, I need you now-susurró en mi oido al compás de la música

Nos quedamos mirándonos a los ojos durante un instante, hasta que me di cuenta de que ya estaba anocheciendo y que mi tío debería estar histérico.
Me separé lentamente de Jake sin dejar de mirarle a los ojos.

-Tengo que irme.
-Yo te llevo

Y lentamente bajamos hacia la puerta de la calle.

-Adios preciosa – dijo Miguel desde el salón
-Siento todo esto Beca – dijo Miranda saliendo de la cocina
-No te preocupes – contesté dándole un pequeño beso en la mejilla.

Salimos de la casa, y vi la preciosa moto de Jake. Nos subimos y condujo hasta casa. Llegamos en seguida, nos bajamos y Jake me acompañó hasta la puerta.

-Bueno… pues ya hemos llegado – dijo intentando romper el silencio que se había formado.
-Si… creo que debería ir entrando…
-Claro no queremos que tu tío intente matarme de nuevo – dijo dejándome ver esa preciosa sonrisa que tanto me gustaba.

Poco a poco se fue acercando a mi, sus bonitos ojos café no dejaban de mirarme, tenía sus labios a menos de dos centímetros de los míos, iba a juntarlos del todo, cuando hice algo que no creo poder perdonarme, giré la cabeza hacia la derecha, haciendo que sus labios chocaran contra mi mejilla en vez de fundirse en un beso con mis labios.

-Hasta mañana Jake
-Adiós… - se despidió y se volvió cabizbajo hacia su moto.

Entré en casa, cerré la puerta y me apoyé en ella. Toda la casa estaba en silencio, me fui deslizando lentamente, hasta quedarme sentada en el suelo, abracé fuertemente mis rodillas y enterré mi cara en ellas.

…………………………………………………………………………………………………………………
Cuaderno de Beca
Los únicos errores que cometemos en la vida, son las cosas que nunca hacemos.
.……………………………………………………………………….……………………………………
Esta es la canción que bailan =D
http://www.youtube.com/watch?v=MhG_Lud9O4g



Premio

Wolaaaaa, bueno... este premio nos lo ha dado   
graciassss







Las reglas son las siguientes:
1: Contestar las preguntas
2: Pasar a 10 blogs de tu preferencia

1.
¿Color favorito? Azuuuuuul
¿Libro favorito? Creo que por el momento me quedo con la trilogia de los Juegos del Hambre
¿Comida favorita? No se... tal vez los espaguetis 

2.
 Patrii 

1Bso y gracias por toooooodoooooo(L)



miércoles, 2 de marzo de 2011

Capítulo 57: ¿De qué parte estás?

Cerré el libro sonriente, y me metí en la cama pensando en todo lo que Alex y yo habíamos vivido juntos.

Me desperté sobresaltada por culpa del desperador. Me levanté de la cama y como todavía andaba medio dormida, me tropecé con Ody, y por poco me caigo. Salí de la habitación y empecé a bajar las escaleras, al llegar a la última se me cruzaron los pies y lo único que me salvó de una estrepitosa caída fue la barandilla.

- Está claro que hoy no es mi día. - dije suspirando.

Al llegar a la cocina, descubrí que Lara no me había preparado el desayuno, de echo tambien me había dado cuenta de que no había nadie en casa. Y como no tenía ninguna gana de preparármelo, cogí mis cosas y me fui al instituto sin desayunar.
Al llegar, tenía examen de lengua, menos mal que lo tenía bien preparado, porque fue ealmente difícil.
Cuando salí al recreo, estuve buscando a Alex por todas partes, pero no lo encontré, así que me fui al rincón donde estaban Sara y Bea.

- Hola. - Dije acoplándome al grupillo como quien no quiere la cosa.
- Hola desparecida, ya no te vemos nunca ¿eh? - dijo Bea
- Jo que sí Beca, pero bueno te perdonamos, no espera, si realmente quieres que te perdonemos sin rencores, nos vas a tener que contar los últimos acontecimientos. - Dijo Sara dándome codazos y guiñándome un ojo.

Sabía perfectamente que se referían a lo mío con Alex.

- Bueno está bien, pero hoy no, que no tengo tiempo ni ganas.

Aun así quedaron satisfechas.
En ese mismo instante sonó la campan de la vuelta a clase.
Al subir, el profesor de matemáticas nos dio la nota del examen. Un 7, acababa de sacar un 7 en mates, no me lo podía creer, pensaba que iba a sacar más de un 3, pero bueno, sabía que hoy nada ni nadie me iba a quitar la sonrisa y la alería.

Al salir de clase, al ir hacia la puerta, me tropecé con una baldosa del suelo que estaba levantada, pero justo cuando iba a chocarme contra el suelo, alguien me cogió por la cintura, y me salvó de la caída.
Era Alex.

- Oh, Alex, gracias. - dije sonriéndole
- De nada. Oye, hoy no te he visto en el recreo - dijo Alex.
- Ya ni yo a ti, y eso que te he estado buscando, porque tengo que preguntarte una cosa - dije algo nerviosa.
- ¿Sí? Dime. - dijo cruzándose de brazos esperando mi pregunta.
- Mira... - es que ayer te vi con Ana, bueno en realidad vi a Ana saliendo de tu casa, y por cierto, bastante sonriente.

Parece que esta pregunta le llegó a Alex por sorpresa, y casi alterado dijo:

- Bca no te preocupes, que no pasó nada te lo juro, solo estuvimos hablando.

Yo me quedé contenta con su contestación. Pero entonces apareció Ana.

- Hola Beca. - Dijo con un aire de superioridad, poniéndose entre Alex y yo.
- Pff - dije yo
- ¿Qué pasa? ¿Qué me tienes envidia? - dijo Ana mirándome.
- ¿Envidia? ¿Yo de ti? Venga eh no me hagas reír, envidia de ti, no sé por qué.
- Nada, por nada. Bueno cambiándo de tema, mi novio y yo el otro día... - dijo Ana mirándo a Alex.

Y yo me quedé mirando a Alex esperando una contestación, pero obtuve ninguna.

- Ya claro... - dije diciendo por lo bajo, pero con la intención de que Ana me escuchase.
-Ah, qué pasa, ¿Alex no te lo ha contado? Estamos saliendo - dijo Ana orgullosa.

Entonces yo fuera de mí, me lancé contra Ana, y la cogí del pelo obligándola a mirarme.

- ¿De qué estás hablando mentirosa?
- No ves tienes envidia - dijo todavía sonriendo.
- Cállate, hija de puta.
- ¿Puta yo? ¿Seguro? ¿No crees que la única puta aquí eres tú?, que has dejado a tu novio y a los dos días, ya quieres estar con otro.

Entonces me eché sobre ella, aunque esta vez Alex me agarró de la cintura y me dijo alejándome de Ana:

- Pero ¿qué te pasa estás loca? - dijo Alex alucinándo con mi agrasividad.
- ¿Y tú? -dije gritando. - ¿de qué parte estás?

Sin esperar su contestación, salí de allí corriendo y llorando como nunca lo había hecho.

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Cuaderno de Beca:

El destino nos une... pero depende de los dos que dure.