Capítulo 33: Confianza

Me quedé callada. No quería tener que esplicárselo todo, porque eso implicaría tener que recordar cada detalle de lo sucedido en mi casa.


-Venga Beca... ¿Quién es Miguel y qué te ha hecho? - me dijo Alex impaciente
-No, en serio, no pasa nada - dije, sabía que eso no se lo iba a creer asi que dije:
-Esta bien, pero júrame que esto no se lo dirás a nadie, y eso incluye en que no mates a Jake o a su padre cuando te lo cuente.
-¿Su padre?¿Qué tiene que ver él en todo esto?
-Alex, por favor
-Vale, te lo prometo
-Vale... Miguel es el padre de Jake.


Esperé a que Alex me dijera algo, pero él esperaba impaciente a que le contara todo. Asi que proseguí


-De repente llamó a mi puerta, quiería "hablar" conmigo - estuve contándole todo al detalle durante toda la mañana.
Al acabar, los dos teníamos una cara de angustia, que ya no nos la quitaba nadie. Alex empezó a tranquilizarme.

-Bueno, Beca... yo te voy a ayudar, pero... cuando mate a esos dos.
-Alex ¡me lo prometiste!
-Vale, vale, pero permíteme que yo y unos amigos le peguemos una pequeño susto - dijo Alex con una sonrisa maliciosa intentando relajar el ambiente.
-Alex... bueno vale, pero que parezca un accidente - contesté sonrié intentando ser yo misma otra vez.

Nos abrazamos y nos dirigimos a la salia del instituto. Al salir Alex me cogió la mano, al principio pensé que era normal ese gesto, eramos amigos, era normal, pero luego entendí el por qué de ese gesto, Jake me esperaba en la salida con su brillante moto azul eléctrico. Me slté de Alex, le di un beso en la mejilla y corri hacia Jake con una sonrisa en la cara.

-¿Me has echado de menos, pequeña? - me preguntó sonriente.
-No sabes cuanto
-¿Ya está mejor? ¿Te veo muy sonriente?
-Si ya estoy mucho mejor ¿Y tú?
-Mucho mejor ahora que te he visto - y me dio un dulce beso en los labios.

Me puse el casco y cuendo me iba a montar en la parte de atrás, como siempre, cuando Jake me paró.

-¿Por qué no te montas delante esta vez?
-Claro

Me monté en la parte de alante, junto al manillar de la moto y Jake se montó detrás de mi. Arrancó la moto en dirección a mi casa. Estuve todo el camino pensando en si había hecho bien contándole todo a Alex, yo confiaba en él, pero... no sé. Estaba metida en mis pensamientos, cuando noté que alguien me abrazaba por detrás, era Jake, ya habíamos llegado a casa. Entramos, nos sentamos en el sofá, nos acurrucamos y empezamos a hablar.

- ¿Cómo te ha ido el día cielo? - preguntó Jake mientras su mano izquierda recorría suavemente mi espalda.
- Bien...
-¿No te ha pasado nada inusual?
-¿Por.. por qué lo dices? - dije nerviosa y tartamudeando. Por una parte quería contárselo, pero no sabía como se lo iba a tomar.
- Beca... voy a ser directo. ¿Por qué ibas tan acaramelada con Alex?
- ¿Estás celoso...?
- ¿Yo?- preguntó como ofendido. - Para nada. Pero no intentes cambiar de tema.
- Es que Jake... tengo que contarte algo, pero no te enfades.
- ¿Qué pasa Beca? - preguntó mirándome directamente a los ojos y parando e acariciarme la espalda.
- Dime que no te enfadarás...
- Vale, cuenta.
- Le he contado todo a Alex. - dije cerrando los ojos con miedo a su reproche.
- ¡PERO QUÉ! - Empezó a gritarme otras cosas pero yo preferí no escucharlo.
-Jake por favor, no me grites.
- ¡PERO CÓMO QUIERES QUE NO TE GRITE!
- Jake por favor, para ya. - Me levanté llorando y fui corriendo hacia mi habitación.

Me tumbé en la cama llorando cuando Jake entró. Se tumbó a mi lado abrazándome por detrás, se apoyó en su brazó mientras me miraba el perfil de mi cara y comenzaba a acariciar mi pelo.

-Beca... yo... lo siento, en serio no quería gritarte, ¿Me perdonas? - dijo susurrándome al oido.

Me giré para verle y vi el arrepentimiento en sus ojos. Me limité a asentir en modo de respuesta.

-No sabes cuanto te quiero - me dijo mientras me besaba

Comenzó con un beso suave y se tornó en uno apasionado. Se puso encima mía acariciándome el pelo, todo iba bien hasta que me vino una imagen de Miguel, mientras Jake me besaba por el cuello.
Iba a decir que parara pero no hizo falta, porque el timbre sonó.

-Joder... - dijo Jake en modo de queja.
-Venga vamos...

Nos levantamos y fuimos hacia la puerta. La abrí mientras Jake me abrazaba por detrás.

-¿Alex? ¿Qué coño te ha pasado? ¿Por qué tienes el ojo morado? ¿¡Alex!?

No pude hablar más porque se desmayó en mitad de la puerta

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Cuaderno de Beca
Quiero ser tu fortaleza en tu debilidad, quiero ser tu apoyo y contigo poder contar.