Capitulo 13: ¿ Amigos con derecho a roce ?

Después de entrar Jake y yo fuimos hacia la recepción, menos mal que Jake optó por venir porque ni siquiera sabía el nombre de su madre.

-Bueno días, ¿en qué puedo ayudarles?- preguntó la amable recepcionista.

-Hola queríamos saber el número de habitación de la señora…

-Gloría Pérez Rivero- continuó Jake.

-Está en la habitación número 212, planta 2, pero ha pedido que no se la moleste, ¿son ustedes familiares?

-Si… soy su hijo, pero ¿ha sido ella quién a pedido que no se la moleste?

-No, ha sido su amable marido, no se separa de ella ni un segundo- afirmó son una sonrisa en la cara.

-Ya… pero soy su hijo seguro que se refería a que no la molestaran otras personas.

-Seguramente pero…

No pudo terminar la frase, ya que Jake me agarró del brazo llevándome hacia el ascensor, como no había nadie en el ascensor nos pusimos a hablar.

-¿Estás seguro de esto?

-Si, la que no deberías estar segura eres tú.

-¿Yo? ¿Por qué?

-Porque si está allí mi padre verás algo que no te gustará nada.

-¿Estará allí tu padre?

-Ya has oído a la recepcionista no se separa de ella.

-¿Estas completamente seguro de ir? No quiero que pase nada con tu padre.

-Tú misma lo has dicho antes, tengo que enfrentarme a él.

Cuando me quise dar cuenta ya estábamos en la puerta de la habitación, dudábamos entre entrar o no, a si que me armé de valor y llamé a la puerta.

-Adelante- dijo una voz masculina

Jake respiró hondo cogió mi mano y entramos dentro.

-¿Hijo?- preguntó una voz grave pero de mujer.

-Mamá…

-Jake creo que te dejé bien claro que no quería que vinieras.

-Si la verdad es que lo dejaste bien claro-dijo mientras se acercaba a su madre.

-¿Entonces que haces aquí?

-Visitar a mi madre

-Fuera

-No

-No me hagas llamar a seguridad

-Hazlo, haber que explicación les das

-No me vaciles muchacho o…

-¿O qué?- preguntó mirándole a los ojos

-¡Ya basta! ¡Es que no podéis parar de discutir ni un momento!- gritó la pobre mujer, cansada del comportamiento de Jake y de su marido.

-¿Qué has dicho?- preguntó el marido desafiante

Se fue acercando a ella, por lo que Jake se interpuso en su camino, iba a empujarle cuando sus ojos azulados se pararon en mí. Empezó a mirarme de arriba a bajo como un cerdo depravado, solo pasaron unos segundos pero me parecieron una eternidad, hasta que dijo:

-¿Quién es esta preciosidad?- preguntó mientras se acercaba cada vez más a mi.

Me quedé callada, no me salían las palabras, el padre de Jake me intimidaba mucho, menos mal que Jake contestó por mi

-Se llama Beca y es mi no… una amiga.

-Entonces si es una amiga no te importará que hable a solas con ella ¿verdad?- dijo mientras me cogío por la cintura y me acercaba un poco más a él, noté como Jake se tensaba.

-Si me importa

-¿Por qué? Es solo una amiga ¿no?

-Si pero una amiga… con derecho a roce, ya me entiendes.

Me empecé a poner colorada ¿Por qué había dicho eso? En todo momento me quede callada, no podía hablar, el padre de Jake me soltó la cintura y se dirigió hacia la puerta.

-Bueno, después de esta charla, será mejor que os vayáis.

La cara que había puesto se podía definir en pocas palabras: miedo, confusión, incomodidad. Jake lo notó, dio un beso a su madre le dijo que la quería mucho y salimos de la habitación.

El trayecto del hospital a casa fue realmente silencioso, ninguno de los dos se atrevía a decir nada. Al llegar a casa como siempre no había nadie, subimos a mi habitación, me senté en la cama y, cansada del silencio tan incómodo que nos había seguido durante todo el trayecto, comencé a hablar.

-¿Por qué has mentido ha tu padre?

-¿Qué?

-Me has oído perfectamente.

Jake suspiró y se tumbó a mi lado en la cama, apoyándose en unos de sus brazos, mientras me miraba a la cara

-¿Te refieres a los de amigos con derecho a roce?

-Si

-No sabes a lo que se refiere mi padre con lo de hablar contigo a ‘solas’ ¿verdad?

-Pues hablar conmigo a solas, no le veo el problema.

-Eres muy inocente ¿lo sabías?- dijo mientras se reía

-¿Por qué?

-Haber como te lo explico Beca… ¿no has visto lo baboso que se estaba poniendo contigo, como te ha cogido de la cintura, como te ha acercado a él? Por eso a preguntado si éramos solo amigos.

No me enteraba de lo que Jake me quería decir, hasta que levantó las cejas de forma provocativa.

-Quería… pero si estaba allí tu madre

-¿De verdad crees que le importaba?

-¡Será cerdo!

-¿Entiendes ahora por qué he dicho eso?

-Gracias… te debo una- dije sonriendo.

-No me debes ninguna preciosa.

Me miró a los ojos y me abrazó, estaba como en un sueño Jake conmigo en la cama, abrazándonos, pero alguien me despertó de él.

-Beca ¿puedo pasar?- preguntó mi tío mientras llamaba a la puerta

Jake me miró, no sabíamos que hacer, de esta no salíamos vivos

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El Cuaderno de Beca

Tener hijos no lo combierte a uno padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista.