Capitulo 25: Me voy...

Despegue sus labios de los míos lentamente, pensándolo fue la primera vez que le e robado un beso a alguien y la verdad me sentí muy bien cuando me separe lo suficiente de su cara para poder ver su rostro abrí los ojos, la cara de Jake era un poema, estaba inmóvil con los ojos cerrados su cara era de sorpresa pero había cerrado los ojos por lo que supuse que acabo cediendo y me devolvió el beso.

Le cogí la mano y me gire para poder ver la cara de mi tío.

Tenia la cara blanca o al menos eso me pareció a mi, tenia la boca abierta de par en par intentando expulsar un grito de asombro que no salía.

Quería hablar era un momento demasiado incomodo para mí, de repente note la mano de Jake apretando la mía con fuerza para darme el valor que necesitaba para poder hablar:

-Tío…

-¿Habéis acabado?-pregunto impaciente mi tío

-Si...si-dije tímidamente

-Me has decepcionado mucho Beca

-Pero Santi-interrumpió Jake defendiéndome- no es para tanto

-¡Tu no eres el mas indicado para hablar, jovencito! ¡Me tenéis harto con vuestras hormonas y vuestras movidas de adolescentes!-dijo haciendo gestos raros-¡Sois unos irresponsables! ¡Esto te llevara a la ruina Beca! ¡Esta relación no puede ser buena!-grito al borde de la histeria

-Cariño clámate-dijo Lara que acababa de entrar en la habitación

-¡No, no me calmo! ¡Estoy aro de los dos! ¡Pedazo de irresponsables! ¿Dónde esta la Beca que conocí,  la que se centraba en el instituto, la que ni una sola vez tuve que llamar la atención? ¿¡Donde!? ¡Y TU!-grito refiriéndose a Jake- ¡Eres una mala influencia, y te quiero ver fuera de mi casa mañana mismo!

-¡No!-grite inconscientemente - ¡No es justo!

-¿¡Como te atreves a contestarme ¡? ¿¡Que pensarían tus padres!? ¡Ahora mismo estarían decepcionados por tu entupido comportamiento! ¡Me nos mal que murieron así no pueden ver en lo que se ha convertido su hija!

Me quede sin habla Jake me soltó la mano y me abrazo pero yo me aparte de el y fui corriendo ha mi habitación llorando como nunca antes lo había hecho.

Cerré la puerta tras de mi y cerré el pestillo quería huir lo mas lejos que pudiera así que andando, casi corriendo llegue al baño. Cuando vi que no podía mas me desplome en el borde de la bañera. No lloraba tan solo por lo que me acababa de decir Santi sino que también lloraba por mis padres les echaba de menos, mucho, pero… ¿y si me estuvieran viendo ahora? ¿Les he decepcionado? Si lo había hecho no me lo perdonaría nunca ya les había decepcionado una vez y fue un precio muy caro el que pagué, no solo por mi , sino por ellos, por mi culpa murieron dos personas a las que amaba aunque no se lo demostrara, lo peor de todo es que ello no hicieron nada todo fue por mi culpa ¡Por mi maldita culpa!

No pude evitarlo y llore aun más, entonces oí que llamaban a la puerta

-Beca, déjame entrar

-Ahora no Jake

-Ahora si

-Déjame Jake

-Esta bien…pero me estas obligando a tirar la puerta abajo

-No eres capaz…-dije acercándome a la puerta del baño para poder ver la puerta de la habitación

-¿Qué no?

-No… ni se te ocurra

Pero ya estaba empezando a enbestir a la puerta. Corrí hacia la puerta para abrir el pestillo, no quería mas broncas y tampoco me hacia gracia quedarme sin puerta en la habitación. Cuando la abrí vi a Jake a punto de coger carrerilla para empujar otra vez.

-Estas loco-dije

-Lo se, ¿estas bien Beca?

-No Jake no lo estoy, todavía no me puedo creer lo que me a dicho mi tio

-Estaba enfadado, compréndele

-No puedo hacerlo

-Si que puedes, pero no quieres

El cruzo la habitación sentándose en la cama. Entonces se dio unas palmaditas en las piernas invitándome a sentarme con una sonrisa en la boca. Me acerque a el y me senté en su regazo pasado mis brazos por su cuello.

-¿Y si tiene razón Jake?

-No pienses ahora en eso pequeña

Poco a poco se acercó a mi podía ver llegar sus labios eran carnosos y finos, yo también me acerque a el buscando esos labios que parecía que no llegaban nunca… Nos quedamos así un rato la verdad es que estaba muy cómoda a su lado no se como pero con el era yo misma.

-Beca .., tengo que decirte una cosa

-Dime – le dije con curiosidad

-Me voy a ir de esta casa.

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El Cuaderno de Beca

Si pudiese ser una parte de tí, elegiría ser tus lágrimas. Porque tus lágrimas son concebidas en tu corazón, nacen en tus ojos, viven en tus mejillas, y se mueren en tus labios.