Capítulo 24: Chica responsable... demasiado responsable.

-Beca…

-¿Qué?

-Deberíamos irnos.

-… ¿Y si nos quedamos aquí para siempre?

-Tu tío nos encontraría seguro.

-Es imposible

-¿Tu tío? No me extrañaría nada, los dos sabemos muy bien que a le mínima me matará, lo está deseando. No sé que pasará cuando le contemos lo nuestro.

-Será mejor que no se lo contemos

-¿Segura?

-Si quieres morir

-… Está bien, mejor no le decimos nada. Venga vámonos o perderemos el tren.

Me levanté a regañadientes con ayuda de Jake, recogimos nuestras cosas y nos fuimos al tren. Llegamos muy justos de tiempo, casi lo perdemos. Nos subimos al tren y nos sentamos en los asientos, los dos juntos.

-Bueno, ¿qué te ha parecido nuestro pequeño viaje? – preguntó Jake.

-Perfecto, la mejor parte el final.

-¿El final? La verdad es que no me acuerdo muy bien ¿podrías refrescarme la memoria? - dijo con una sonrisa pícara.

Me fui acercando poco a poco a él, con una sonrisa en los labios y nos fundimos en un cálido beso. Después de unos segundos aparté mis labios de los suyos y recosté mi cabeza sobre su pecho. Podía sentir su corazón latir.

 -¡Ah! ¡Ya me acuerdo! – dijo sonriendo.

Nos quedamos hablando bastante tiempo, pero mis ojos  no aguantaron el cansancio y se cerraron. Mi sueño era perfecto, soñaba con el beso de Jake… Desde que le conocí las pesadillas de la muerte de mis padres desaparecieron para dejarle sitio a él, a ese maravilloso rostro, con esos profundos ojos o esa sonrisa que me derretía…

-Cariño… Beca, despierta…

Abrí lentamente lo ojos y ahí estaba él, mi sueño. En cuanto vio que estaba despierta me iluminó con su sonrisa. Me cogió de la mano y me ayudó a bajar. Cogimos nuestras maletas y nos fuimos a casa.

Estuvimos tonteando todo el camino, hablando de cosas sin sentido. Llegamos a casa en seguida. Entraría yo primero, ya que no nos podían ver juntos, iba a llamar a la puerta, pero Jake cogió mi mano, impidiendo que llamara, y me giró, quedándonos el uno frente al otro.

-Creo que nos merecemos una despedida, para acabar bien el viaje.

Y sin decir nada me puse de puntillas y comencé a besarle. Todo hubiera sido perfecto de no ser porque la puerta de la mansión de mi tío se abrió tras nosotros.

-Creo que deberíais ser un poquito más cuidadosos

-Lara, yo… no se lo cuentes a mi tío por favor – le supliqué.

-Ya veré… y ahora subir a vuestra habitación… cada uno a la suya – dicho esto entró de nuevo a la casa.

Jake y yo nos miramos, y por segunda vez le vi sonrojarse, estábamos muy avergonzados. Subimos a nuestras habitaciones, pero antes de que pudiera entrar, Jake me dio un rápido beso antes de irse.

-Por si muero esta noche – dijo, me guiñó el ojo y se fue.

Entre en mi habitación, me miré al espejo, estaba muy roja. Encendí el ordenador, mientras me ponía un cómodo chándal negro. Me metí en el tuenti y en seguida apareció una conversación en el chat.

Sara: ke tal la escapadita romantica¿?

Yo: bieeeeen!!!

Sara: t ha bsado¿?

Yo: no…

Sara: no¿?

Yo: k si tonta!!  Y a sido super romantico viendo el amanecer

Sara: pues si k es romantico el xaval y sta bien bueno xD y hablando de tios wenos he visto a uno ke OH MY GOD

Yo: jeje si? Pro como esta?

Sara: BUENORRO

Yo: pro dond le has visto?

Sara: en otro insti pasaba x alli y me e e keao O.o

Yo: me lo tienes ke enseñar!!

Sara: si claro pa k me lo kites

Yo: k no tonta k yo t lo tanteo xD

Sara: como¿?

Yo: k si k yo t lo pongo a tiro

Sara: weno ya veremos

Yo: oye y bea?

Sara: se ha ido a casa de su abuela el fin d semana

Yo: por?

Sara: pues x lo del divorcio de sus padres, ke no se ponen d acuerdo

Yo: ah ya pobrecita =.(

Sara: ya ves, weno xikilla me voy bye bye muak muak

Yo: xao tq!!!!

Apagué el ordenador y me tumbé en la cama, el día se me hizo eterno. Lara no me dejaba salir de la habitación, solo salí para comer y no me dejó hablar con Jake. Estuve la tarde haciendo deberes y escuchando música. Y por desgracia llegó la hora de la cena.

-¡BECA! ¡A CENAR! – gritó Lara desde la cocina.

Recogí mis libros y bajé a cenar. Sabía que mi tío cenaba hoy aquí, lo que no sabía era si Lara le había contado algo a mi tío.

Entré tímida a la cocina ya estaban los tres sentados. Me senté al lado de mi tío y de Jake, y en frente de Lara, quién ya había servido la cena. Se formó un silencio desgarrador, no aguantaba más y empecé a hablar.

-¡Lo siento mucho tío, es que no me parecía justo y entonces me fui y…!

-¿De qué hablas? Que no te parecía justo ¿el qué?

Miré a Lara que negaba con la cabeza explicándome que no le había contado nada.

-Na-nada, es que el otro día, pues…

-Pues ¿qué?

-Que me dijiste que tenía que volver a casa a las once y bueno, no me pareció justa la hora y volví a las doce – dije atropelladamente.

-¿Y por eso tanta preocupación? Madre mía chica, no pasa nada…

- Vale, gra-gracias.

-Oye y ¿qué tal en casa de Sara?

-En casa de ¿quién? ¡Ah! – Lara me había metido una patada por debajo de la mesa - ¡Ah! Si, si, muy bien, genial

-¿Y tú con tu madre? ¿Cómo se encuentra?

-Pues… bien ya está un poco mejor.

-Me alegro, bueno chicos me voy a dormir que estoy muy cansado, vámonos Jake.

-Luego subo, más tarde.

-Creo que no lo has pillado chaval, VÁMONOS JAKE – dijo casi gritando

-Vale, vale, ya voy.

Se levantaron, mi tío le dio un beso a Lara y en cuanto se dio la vuelta Jake me besó y se fue corriendo siguiendo a mi tío, y yo me quedé con Lara, se formó un silencio incómodo, muy incómodo, hasta que Lara lo rompió

-Tienes que contárselo

-No puedo, le echará de casa.

-No lo hará, sabe que te importa

-No se lo diré Lara

-Haz lo que quieras – dijo levantándose – pero creí que serías lo suficientemente responsable, para amarte de valor y decírselo – me dijo seriamente y se fue.

Y ahí me quedé yo, sola en la cocina, a punto de llorar, me dolía que Lara estuviera así conmigo, ya que siempre había sido como mi segunda madre. Me levanté y subí las pesadas escaleras, me paré delante de la puerta de mi habitación

-Tal vez Lara tenga razón – dije en un susurro

Me dirigí hacia la habitación de Jake, abrí y ahí estaba él, con un pantalón de chándal y sin camiseta.

-¡Hey! Te estas volviendo muy rebelde ¿no? – dijo Jake acercándose a mi con una sonrisa.

-Ven conmigo – susurré mientras le cogía de la mano.

Y sin pensarlo dos veces fui hasta la habitación de mi tío. Abrí la puerta y entré obligando a Jake a entrar conmigo.

-¿Quieres que me mate? – dijo Jake intentando salir

-¿Qué hacéis aquí? ¿Y juntos?

-Es que verás tío… yo… nosotros… pues que…

No sabía cómo expresarlo con palabras asi que opté por lo rápido: demostrárselo.

Me puse de puntillas acercándome a Jake y junté mis nerviosos labios con los suyos, cálidos y suaves, y le besé.

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Cuaderno de Beca

Amar profundamente a alguien nos da fuerzas, sentirse amado profundamente nos da valor.