Por fin salí del reformatorio, tenía muchas ganas de estar alli con Jake, pero ese lugar no me gustaba nada. Andé relajadamente por la calle, devuelta a casa, escuchando una de mis canciones favoritas. Noté las ganas de llorar en ese momento, como un poco de agüilla se me empezaba a acumular en los ojos, seguida por un torrente de lágrimas. En ese momento recordé algo... Alex. Me dirigí con paso firme hacia su casa, tenía que arreglarlo con él.
Llamé al timbre un par de veces, estaba muy nerviosa.
-¿Beca? - me preguntó Alex nada más verme - ¿Qué haces aquí?
-¿Puedo pasar? - pregunté tímida - necesito hablar contigo
-Claro pasa - contestó haciéndome un gesto con la mano para que entrara.
Entré lentamente en la casa, supuse que no había nadie, ya que solo se escuchaban mis pasos y los de Alex. Entré en salón y me senté en el sofá. Estaba muy nerviosa, sabía que todo iba a salir bien porque Alex era un cacho de pan, pero igualmente me sentía bastante mal... había sido un día de mierda.
Alex se sentó a mi lado, a cierta distancia para que no me sintiera incómoda. Nos quedamos los dos en silencio, mirando a algún punto de la casa, esto era bastante incómodo, antes no me importaba quedarmme un rato en silencio con él, pero desde que pasó aquello...
-¿Qué querías contarme? - dijo Alex por fin
-Quería pedirte disculpas...
-Disculpas... ¿por?
-Es que... el otro día... - me quedé callada
-¿El otro día ¿qué? - me animó a continuar
-Pues que oi cómo hablaba Ana por teléfono...
-¿Y ya está?
-No... dijo que no habíais hecho nada y que solo lo hizo porque es una guarra hija de puta que quiere joderme la existencia
-¿En serio dijo eso?... ¿literalmente? - dijo sonriente.
No le contesté, sabía de sobra que estaba todo arreglado. Me tiré encima de él para darle un fuerte abrazo. Él me apartó delicadamente, y me miró directamente a los ojos.
-¿Has estado llorando? - preguntó procupado.
-No...
-Mentirosa... va, cuéntamelo
-No creo que sea buena idea
-Beca, nos conocemos desde que éramos unos enanos, creo que hay confianza suficiente cómo para que me lo cuentes
-Déjalo ¿vale?
-Beca, por favor - dijo mirándome directamente a los ojos.
-Han metido a Jake en un reformatorio, he ido a verle esta tarde... está fatal - dije comenzando a llorar
Un mar de lágrimas comenzó a surcar mi cara, no me encontraba nada bien, no había comido nada desde hacía varias horas, me sentía mareada, hasta que vi todo oscuro...
Abrí lentamente los ojos, para encontrarme con la espalda de Alex, que estaba sentado en su mesa haciendo los deberes. Me sentía fatal, estaba intentando arreglar las cosas con Alex, pero no podía quitarme de la cabeza a Jake, me sentía la peor persona del mundo, no podía estar con un chico sin dejar de pensar en el otro, y ahora más con el problemón que tiene Jake... no sabía que hacer, ¿por qué la mi vida tiene que ser tan asquerosa? ¡Todo me pasa a mi! Pero opté por algo... me olvidaría de chicos por una temporada.
Alex se giró, al ver que estaba despierta me sonrió tiernamente, a lo que yo le correspondí con una mueca, intento de sonrisa. Él se acercó a mi y me acarició la mejilla
-¿Te encuentras mejor?
-Si, a sido un mareo tonto, pero ya estoy bien, no te preocupes
No volvimos a nombrar ni a Jake ni a mi mareo en toda la tarde. Estuvimos viéndo la tele, jugando con juegos de mesa, y ayundándonos con los deberes mutuamente, aunque más bien era él el que me tenía que ayudar a mi.
La verdad es que Alex era muy inteligente, entendía todo a la primera, por eso no llegaba a entender por qué había repetido curso.
Pasé una tarde maravillosa con mi mejor amigo, hasta que se hizo de noche y se ofreció a llevarme a casa. Después de unos cuantos intentos para que no me acompañara, no quería causarle molestias, nos dirigimos hacia mi casa. En el trayectó Alex me cogió la mano y me miró de reojo, para ver mi rección, pero yo me limité a seguir mirándo para delante como si ni siquiera me hubiera tocado. No quería volver con él, pero me dolía muchisimo decirle que no y hacerle daño.
-Ya hemos llegado princesa - me dijo como siempre con una sonrisa en la cara.
-Muchísimas gracias por acompañrme Alex... eres un cielo
-Oye Beca en cuanto nosotros... ¿qué pasa?
-¿Nosotros?
-Si... me refiero a que si quires volver a salir conmigo.
Pues la verdad es que no, necesito libertad para pensar... hubiera sido una muy buena respuesta si no me hubiera quedado callada, sin poder articular palabra, con la mente en blanco, lo único que logré decir fue:
-Pues...
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Cuaderno de Beca
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas
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Lo seeeee es cortito, pero es que tengo un examen medianamente importante, pero mis supuestas "amigas" xD no paraban de presionarme!!! que gentuza =@
pues nada que esperamos que os haya gustado (L)
muchos besoooos